Cuando un lema de una entidad bancaria te dice "eres más rico de lo que piensas"te pones a analizar qué tan rico eres.
Ayer fuimos a hacer algo importante y era crear nuestras cuentas bancarias y hacer las solicitudes de tarjetas de crédito, etc.
Antes de salir como buen dominicano adecuándose a este nuevo estilo revisamos la página del banco y decía que para cualquier servicio que no fuera de emergencia o que no se resolviera con el cajero debes de hacer una cita, adivinen qué?, decidimos irnos al banco sin un rendez-vous (francés para appointment, inglés para cita), al llegar nos recibió una señora muy amable que nos pregunta si tenemos la famosa rendez-vouz a lo cual le dijimos que no, que revisamos al salir de la casa y fue cuando nos dimos cuenta de ese requisito y de todas maneras decidimos ir.
Para no hacerles largo el cuento ella logró que uno de los oficiales de servicio al cliente nos atendiera y nos tocó Sergio Rodríguez, un colombiano que emigró de su país hace 7 años por la misma razón por la que nosotros lo hicimos.
Luego de las formalidades de lugar, le explicamos a Sergio, alias nuestro Asesor Financiero (así le dicen aquí a los Gerentes de Cuentas) cuáles eran nuestros requisitos, nuestros planes y demás hierbas, y así sin más nos abrió nuestras cuentas nos hizo las aplicaciones para las Carte de Credit (francés para tarjeta de crédito) hay que ir acostumbrándose al idioma, porque o lo aprendes o lo aprendes, al final de cuentas duramos aproximadamente 4 horas en todo el proceso, nos hicimos "panas"de Sergio y salimos felices.
Entonces ahí es donde viene el título de este post "eres más rico de lo que piensas", en estos momentos nuestra riqueza no se mide en cuanto al dinero que tenemos o al que llevaremos al banco, se traduce en todas las personas que han tomado su tiempo para ayudarnos en estos días, los que amablemente nos han tendido una mano tanto en la calle como a los sitios que hemos ido, los que le han buscado la vuelta para que nosotros podamos lograr nuestro objetivo del día; se traduce en el esfuerzo sobrehumano que estamos haciendo los 5 integrantes de esta familia para que las cosas salgan bien, para apoyarnos mutuamente, desde recoger un vaso hasta fregar los platos. Desde aquí aprendemos a valorar las cosas que dábamos por sentado tener en nuestro país de origen, y no lo digo con melancolía, y tampoco quiero sonar como una snob, pero a veces la riqueza más grande es la que menos nos cuesta.
Así que de ahora en adelante aprenderé a medir y ver mi riqueza desde otro punto de vista.
Ahhh, se me olvidaba, la señora que nos recibió en el banco se llama Amalia Nanit, una filipina agradablísima que se aprendió nuestros nombres ayer, porque cuando volvimos hoy al banco desde que nos vio llegar nos recibió con una amplia sonrisa y nos saludó por nuestros nombres de pila, ahh y hoy estaba acompañada de la gerente de la sucursal cuando llegamos, y la gerente se quedó sorprendida por esto y la felicitó, nosotros le indicamos que el servicio recibido fue excelente, y que las atenciones de Amalia fueron de primera, espero haber logrado que a Amalia le haya tocado por lo menos una tarde libre (ven que todo tiene una razón de ser, de todos los nombres nos tocó una Amalia, coincidencia? no, destino?, sí, bendición de parte del dueño del penthouse? definitivamente)
Hasta la próxima........
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