La diversidad es grande

Ayer fue nuestro primer día de diligencias en este país que nos ha dado la bienvenida, nos tocaba sacar el NAS, que no es más que una mezcla entre cédula y social security gringo (para que tengan una idea), como no teníamos mapa de la ciudad y desconocíamos cómo es el transporte público (lo único que se me olvidó investigar de todo lo leído en estos últimos años! qué perla!!!) pues tomamos un Uber hacia la oficina de Service Canada que quedaba más cerca de la casa, al llegar, oh sorpresa!, no podía gestionarnos el NAS porque estaban teniendo problemas con las impresoras que imprimen la confirmación del documento, y nos dan la opción de ir a otras tres oficinas, y como al país que fuera lo que viera, vámonos en metro!, al llegar lo único que sabía es que debemos comprar los pases mensuales puesto es más económico moverse (no se puede despilfarrar el dinero, aquí y ahora cada centavo cuesta).

Compramos nuestros pases (sólo 3 puesto las dos peques no pagan), y a andar en metro vamos, sin embargo aquí el metro no es como el gringo (por qué siempre comparamos todo con los americanos? porque para nosotros los dominicanos no hay nada más grande que Nuebayol), la señora de la “billeterie”muy amablemente me da una explicación de cómo llegar a la oficina y a cuál ir puesto que al ser horas de la tarde unas están más llenas que otras y ahí arrancamos a usar nuestros pases, pero para sorpresa nuestra como que no entendimos bien y empezamos a leer el mapa en el pasillo de la gare (francés para estación, hay que ir acostumbrándose al idioma). Aparentemente teníamos cara de perdidos y dos misioneras de la Iglesia de Jesucristo, Sister Hoffman y Sister Mejía que iban pasando se detuvieron a preguntarnos si estábamos perdidos, y quién dice que no a una ayuda?, resulta que ambas son latinas, la primera venezolana y la segunda mejicana, ambas están en su tiempo de misión en el extranjero y muy alegre y amablemente nos explicaron todo, hablaron con nosotros de lo que es Canadá, de lo que se siente estar fuera, de cómo a ellas les ha ido, luego de su explicación se aseguraron de que tomáramos la ruta correcta, pero no sin antes darnos su tarjeta para que en caso de necesitar ayuda nos comuniquemos con ellas.

Aquí es donde la diversidad y la amabilidad de esta gente es grande, no es mentira lo que te dicen que aquí todo el mundo te ayuda y contesta preguntas si tienes interrogantes sin importar dónde te encuentres.

Luego de la explicación de las hermanas, aprendimos que el metro de aquí es más fácil de lo que pensábamos. Tiene 4 líneas de colores y las estaciones llevan nombre, a cuál se les parece?, claro al de nuestro país!!!!!, y te mueves en dirección de los extremos finales de las líneas cuando quieres ir de un lado hacia otro, de igual manera dentro de los vagones el operador te va indicando cuál estación es la siguiente de la que estás y si hay conexión o no, una cosa que nos llamó la atención, es que aquí no es un solo nivel de rieles, aquí fácilmente tienes varios pisos hacia abajo y puedes estar andando en el tren y que otra línea te esté pasando por arriba y otra abajo.